La terraza oculta de Apicio en su magnífico jardín

En el corazón del distrito 8, Apicius desvela su terraza escondida en un jardín de 1.500 m². Un oasis urbano donde la gastronomía de Mathieu Pacaud se funde con el suave verano parisino.

En el corazón de los frondosos jardines del restaurante parisino Apicius, galardonado con una estrella Michelin, se encuentra un oasis encantador: su terraza confidencial. Enclavado en el corazón del distrito 8, en el número 20 de la rue d'Artois, este destino gastronómico hará las delicias de quienes busquen una terraza-jardín bonita y discreta.

Traspase la entrada de la mansión privada, antiguo hogar de Luc Besson, para descubrir este edén exótico y elegante. A dos pasos de los Campos Elíseos, tras las pesadas puertas de una mansión del siglo XVIII, Apicius se abre a un jardín insospechado. La terraza, enclavada en este entorno verde, se revela como un secreto bien guardado. Protegido del bullicio de la ciudad por una exuberante vegetación, este entorno íntimo ofrece un remanso de calma y elegancia. Grandes mesas cubiertas de manteles, fuentes que balbucean, árboles centenarios y un ambiente silencioso crean un marco relajante donde prolongar los almuerzos y detenerse al atardecer.

Bajo un sombreado cenador, encontrará un sinfín de sillones de hierro forjado, complementados con mullidos y cómodos asientos de color naranja. Nos encanta el encanto de las lámparas de cristal de Murano, martilladas en tonos ocres y adornadas con hojas de olivo. El juego de perspectivas, con espejos hábilmente colocados y enrejados cubiertos de jazmines estrellados, transforma este jardín en un paraíso verde y romántico.

Al frente de Apicius, el chef Mathieu Pacaud, galardonado con una estrella Michelin, ofrece una cocina contemporánea y refinada en armonía con el entorno. El jardín y la luz natural inspiran su menú de verano, centrado en la estacionalidad y las plantas. Los productos se obtienen cuidadosamente de productores franceses, haciendo hincapié en la frescura y la autenticidad.

La cocina de Apicius es sensorial, precisa y arraigada en una tradición francesa modernizada. Una cocina magistral y sutiles combinaciones dan lugar a platos expresivos y sin pretensiones.

La carta de primavera-verano se centra en las verduras, que se preparan con el mismo esmero que la carne y el pescado. El risotto de verduras, sin arroz, juega con las texturas y sabores de una verdura de temporada, realzada por un aceite de infusión casero. Los espárragos blancos se acompañan de una vinagreta de miel ácida, fresas silvestres de Mara y una nieve de feta glaseada, para un entrante vivo y estructurado.

Por el lado del marisco, el atún rojo se presenta en tempura, delicadamente marinado, servido con espárragos a la plancha y chorizo con sabor a sésamo. Nos encantó la inconfundible textura fundente de este pescado. Para una opción más carnosa, el epigrama de cordero con especias dulces se sirve con una fondue de berenjena ahumada.

Para el postre, el kiwi se combina con dacquoise de avellana, chocolate blanco y sorbete de agastache para crear una experiencia fresca y texturizada.

Apicius ofrece varias fórmulas para adaptarse a diferentes momentos del día. El almuerzo, que se sirve de lunes a viernes, está disponible en dos formatos: un menú de tres platos a 95 euros y una versión de cuatro platos a 125 euros. De lunes a sábado, a mediodía y por la noche, los comensales también pueden optar por menús más elaborados. El menú Découverte de cuatro platos cuesta 180 euros, mientras que el menú Dégustation de siete platos cuesta 280 euros. Estas opciones permiten a los comensales descubrir la cocina del chef de forma progresiva o en mayor profundidad, según deseen.

Obviamente, como restaurante con estrella Michelin, esta terraza restaurante está en la gama alta. Lo reservamos para ocasiones especiales o comidas de negocios. Para aligerar la cartera, le recomendamos el menú de mediodía.

Esta prueba se realizó como invitación profesional. Si su experiencia difiere de la nuestra, por favor, dígalo en los comentarios.